Mayo sin lugar a dudas es un mes signado por fechas que quedaron bien en la memoria de todos los seguidores de Argentino. Así como se recuerda el 22 de mayo con los 10 años en la Primera D, también hay una fecha muy ligada para los salaítos: el 23 de mayo del 1990, el día que coronó aquella notable campaña de la temporada 1889/90 que lo devolvió a la Primera b, un año después del histórico descenso después de haber resultado subcampeón. Los albos, comandado por la dupla José Machetti y Oscar Feliciano Craiyacich, vencieron ese miércoles por la tarde a Defensores de Cambaceres por 1 a 0, en el estadio de Estudiantes de La Plata. En el partido de ida habían empatado 0-0 en la cancha de Newell’s. El gol consagratorio lo marcó uno de los últimos caudillos, el recordado capitán Abel Piva. El Toto ya no está para contarlo, pero sí quien lo acompañó en la zaga central en esas finales e hizo como él inferiores en el club de barrio Sarmiento: Gustavo Nicolás Piris.
Aquel equipo quedó en la memoria de todos los hinchas porque en la temporada 1988/89 descendió a la Primera C luego de ser subcampeón en la B, un caso inédito que llevó a cuestionar los promedios. Pero el club rápidamente tomó fuerza, armó un plantel competitivo y salió pensando en volver enseguida. Fueron dos temporadas con sabores opuestos, pero con una coincidencia: ambas de excelente campaña. De la amargura por el descenso y la alegría por saltar de categoría.
El campéon de esa temporada con el ascenso directo fue Berazategui. Y el octogonal final lo disputaron. Argentino, Atlético Lugano, Excursionistas, Ferrocarril Midland, Luján, San Telmo y Sarmiento de Junín. Todos los cotejos se jugaron en cancha neutrales y la definición en caso de empate se dio con tiros penales.
Los albos arrancaron ante Excursionistas la serie en los cuartos de final. Ganó en el partido de ida con gol de Juan Manuel Martínez, jugado en la cancha de Newell’s. La revancha se disputó en la cancha de All Boys y el albo igualó 1 a 1. El tanto salaíto lo convirtió Walter Reyna. Con ese resultado disputó la semifinal ante Sarmiento de Junín.
El cruce ante los verdolagas comenzó en Junín y finalizó 0-0. La revancha en Newell’s y también fue empate pero 1 a 1. El tanto del albo lo hizo Fabio Roldan (ex Torito). En la definición por penales, ganó Argentino 3-2. Para los salaítos marcaron Hugo Fretes, Roldán y Piris; Reyna desvió su remate y Mauricio Gianfrancesco se lo atajó a Juan Sen. El arquero Manuel Arrabal (fallecido) le atajó a Hugo Ramírez y Jorge López.
Y después lo conocido. El gol del Toto Piva, a los 42’ del primer tiempo, que le dio esa alegría que Piris, su compañero de zaga, relata emocionado desde Bigand donde vive hace muchos años y se sorprendió con el llamado de Ovación.
“El plantel del 90 fue sin lugar a dudas fuera de serie. Era un equipo que tenía sentido de pertenencia y en el octogonal final lo tuvimos que afrontar con garra y corazón. El objetivo de todos los jugadores era llegar a primera división. En ese entonces hicimos mucho sacrificio por llevar nuevamente al club a la Primera B, fue inolvidable y siempre lo voy a recordar. La unión del grupo fue tremenda y así se dieron los resultados ante equipos muy poderosos de la divisional”, sostuvo Gustavo Piris, recordando aquel inolvidable partido en la cancha de Estudiantes de La Plata donde los salaítos llegaron a la Primera B.
Los inicios de Piris fueron en el club El Torito y después se fue a probar suerte en Argentino. “Mis primeros pasos en el futbol fue en el club de barrio, El Torito, ahí jugué hasta los 14 años y mi técnico fue Hilario Navarro. Mi llegada al salaíto fue en la misma temporada que dejé al Naranja. Ya en Argentino integré los equipos que hacían fútbol con aquel plantel que le ganó a Racing 4 a 3 en la cancha de Rosario Central. Después por suerte llegaron las convocatorias a primera y siempre jugué en el primer equipo”, dijo el ex salaíto.
Piris recordó que en dos años vivió una de cal y otra de arena por el descenso del 88/89 a la C y después volver a la 89/ 90 nuevamente a la Primera B.
“Fueron dos temporadas muy bravas. En la primera realizamos una excelente campaña y quedamos a tres puntos de Villa Dálmine, que fue campéon de la Primera B. A pesar del subcampeonato tuvimos que descender por el mal promedio de las últimas campañas. A pesar de la amargura, el plantel se propuso el objetivo de volver a subir y en la primera etapa del campeonato logramos clasificar al octogonal. Esas fases la jugamos en canchas neutrales y ningún equipo nos superó. En la semifinal superamos a Sarmiento de Junín desde los doce pasos y solo quedaba Cambaceres para volver a Primera B”, contó Piris.
La consagración del equipo se dio fuera de casa y Piris recordó ese momento. “Previo al cotejo en la Plata, el plantel concentró en el predio de Independiente y en la cancha nos acompañaron unas 500 personas. El gol del Toto Piva en el primer tiempo nos sirvió para llegar nuevamente a la Primera B. Los festejos comenzaron en la cancha de Estudiantes y finalizaron de madrugada en el Olaeta con todos los hinchas”, cerró un emocionado Piris, de cepa salaíta.
La formación de la tarde inolvidable
El equipo de Machetti y Craiyaich formó con: Manuel Arrabal; Esteban Game, Gustavo Piris, Abel Piva y Bivona; Rubén “Petete” Rodríguez, Hugo Fretes, Roberto Soria y Walter Román Reyna; Juan Sen (78’ Juan Román Martínez) y Fabio Roldán (87’ Adrián Albarracín). Al banco: Fabián Herrero, Ramón Insaurralde y Diego Martínez. Completaron: Rubén Plaino, Luis Soria, Marcelo Calvo, Juan Alfaro, Luis Bardallo, José Catena, Jorge Malvestiti y Elio Garro.