“Las revueltas en Bolivia no tienen raíces en el malestar social sino en la influencia de los partidos opositores a Evo Morales”, señaló el economista Guillermo Oglietti, subdirector del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag). El investigador se refirió así al origen del conflicto que derivó en el golpe de Estado consumado en el país vecino, y lo diferenció de los conflictos redistributivos que sacuden a otros países de la región. De hecho, consideró que la política económica de los 12 años de gestión del presidente hoy exiliado en México, “debería ser analizada en Argentina por el proceso de nacionalización y desdolarización que llevó a cabo y porque llevó a ese país a encabezar el ranking regional de crecimiento económico en cinco de los últimos diez años, con una inflación de apenas 1,5% anual”.
El especialista en desarrollo económico, inversión, finanzas y economía urbana, analizó que, con excepción del caso boliviano, “hay denominadores comunes en los episodios de protestas que se vienen dando en América latina. No se trata de un efecto contagio sino que surge de años de acumulación de los mismos problemas. En ese sentido es notorio el caso de Chile, donde la población terminó revelándose porque las características del modelo de Piñera no satisfacían a la población. Ecuador tenía la contención de un correísmo que era más generoso en términos distributivos, y apenas hubo cambios de políticas los ciudadanos salieron a la calle y generaron la revuelta de más de 12 días”.
Por estos días de rebelión se escucha decir a analistas que el modelo económico de Chile funciona bien en la macro, pero no en la micro, por la desigual distribución. “También pasa en otros países; Bolivia, Perú y Paraguay son países que disfrutan de un crecimiento importante de su economía, similares a los de Colombia, pero de estos cuatro casos, el único donde la macroeconomía se tradujo en el bienestar en la micro es el boliviano”, señaló el subdirector del Celag.
En materia económica, “el caso boliviano tiene que estudiarse en Argentina y los países de la región para saber cómo se lleva a cabo un proceso de desdolarización”. Por otra parte, Oglietti indicó que la nacionalización los recursos y empresas durante en los primeros años de gobierno de Evo Morales “generaron masa de ingresos y ésta permitió darle sustentabilidad e impulsar la actividad defendiendo la moneda”.
Esto se dio porque “el gobierno de Evo Morales tuvo una política monetaria macroeconómica muy bien coordinada, con prácticas muy micro, muy pequeñas, que conseguían desalentar la tenencia de dólares y alentar la tenencia de pesos, con instrumentos financieros en pesos bolivianos, con pesificación de tarifas”.
“Apenas asumió al poder, apreció la moneda de 8 pesos a 7 por dólar y hoy acumula más de 10 años en este último valor. Lo más importante es que siempre se trata de producir para detener las corridas del dólar, los eventos financieros, la inflación, y eso es lo que ha hecho” el presidente hoy exiliado en México.
En ese sentido, el economista recordó que Bolivia “en 2009, 2014, 2016, 2018, 2019 viene liderando los índices de crecimiento en el ranking de la región, con una tasa muy rápida de crecimiento. También ha implementado políticas muy activas para aumentar la producción, desarrollando la infraestructura, llevando carreteras a zonas que antes no tenían servicio de transporte, amplió la oferta productiva que abastecía a las ciudades y el precio de muchos productos agrícolas empezaron a caer al llegar a zonas que antes eran inalcanzables”.
Así, subrayó, “Bolivia ha conseguido una inflación de apenas 1,5% anual”.
Guillermo Oglietti es doctor en Economía Aplicada por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), posgraduado del Instituto Torcuato Di Tella de Buenos Aires y licenciado en Economía por la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Dirigió el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Territorio, Economía y Sociedad de la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro en Argentina. A lo largo de su vida académica, se concentró en problemáticas del desarrollo económico como la inmigración, la inversión extranjera, la relación ahorro-inversión y la enfermedad holandesa en los países latinoamericanos. Actual subdirector de Celag.