"Fue el Paraguayo. El día que murió la chica él mismo se hacía cartel de los tiros". En los tres años que pasaron desde que una chica de 17 años murió alcanzada por un disparo en la balacera a un boliche, testimonios como ése fueron llegando en cuentagotas a la investigación del crimen. Hasta que una testigo se contactó por Facebook con una hermana de la víctima, reveló el nombre del agresor y declaró bajo reserva de identidad. Así terminó detenido Gustavo Daniel E., acusado de disparar desde una moto la ráfaga que mató a Rocío Judith Martín e hirió a otros dos jóvenes en Presidente Perón al 5600.
"No tengo nada para declarar", dijo el detenido de 26 años tras escuchar la acusación del fiscal Adrián Spelta. Quedó imputado como autor de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, así como otros dos crímenes en tentativa y la portación de un arma de guerra. El juez Gonzalo López Quintana le dictó prisión preventiva por dos meses.
El crimen ocurrió el 13 de abril de 2014 a las 5.45, cuando el boliche Dorian cerraba sus puertas. Unas 20 personas se agolpaban en la vereda cuando pasó una moto de alta cilindrada —pudo ser una Honda Tornado o Titán negra— con dos ocupantes. Al mando iba un encapuchado que disparó a mansalva y como acompañante una mujer rubia con campera blanca. Todo duró un instante registrado por las cámaras del local.
El video del ataque se transmitió ante el juez para precisar la ubicación de los testigos. Las imágenes despertaron el llanto de los familiares de la chica, acompañados por la abogada Martina Guirado del Centro de Asistencia a la Víctima. En la filmación Rocío aparece de espaldas detrás de un auto, sobre de la calle, donde esperaba un taxi. La moto pasó frente al boliche y en una fracción de segundo la chica se desplomó, mientras otras personas corrían a asistirla o a refugiarse en el local.
Las balas también alcanzaron a Ricardo Leiva, de 25 años, derivado al Heca herido en el pecho. A Miguel Pereyra, de 19, un proyectil lo alcanzó en el pie izquierdo y fue trasladado al Hospital Carrasco al igual que Rocío.
La chica fue atravesada por una bala en la cabeza y falleció por una hemorragia encefálica. Vivía en el barrio Santa Lucía y sus allegados hicieron marchas reclamando el cierre de la disco. Contaron que esa noche no iba a salir pero la convencieron unas amigas porque era el día de su cumpleaños.
Azar
Si bien el móvil del ataque no fue precisado, está claro para el fiscal que los disparos no iban dirigidos a Rocío ni a los heridos, todos baleados por azar. Se presume que el agresor tenía una bronca personal con el boliche por haber sido echado días antes o se trataría de un atentado hacia el dueño.
En el lugar se levantaron siete vainas calibre 9 milímetros, tres trozos de latón deformado y una esquirla de latón encamisado, varios dentro del boliche. Esos rastros revelaron que el atacante comenzó a disparar desde la esquina, aunque muchos asistentes confundieron el ruido de las balas con el escape de una moto.
Los primeros testimonios fueron de oídas. "Dicen que sería Gustavo y está preso", comentó un testigo que estaba en la puerta de la disco. En efecto, en ese momento Gustavo "Paraguayito" E. estaba detenido por el crimen de Nicolás Paz, un pibe de 15 años ejecutado con disparos de 9 milímetros el 8 de junio de 2014, al salir de una fiesta en Saavedra y Cullen. Luego recuperó la libertad, aunque el caso no está cerrado. Una mujer que declaró por el crimen de Paz mencionó en base a "comentarios del barrio" que "había sido Paraguayo", el mismo que el día de la balacera en Dorian "se hacía cartel de los tiros".
Las referencias a Gustavo E. siguieron llegando de manera indirecta. Un policía le comentó a la madre de Rocío que en un operativo se había encontrado con un conocido, Sergio M., quien le contó que esa noche su hermano menor había ido a bailar a Dorian e identificó al Paraguayo como el tirador: "Me contó que él fue a buscarlo y lo agarró del cuello. Le dijo «pedazo de gil, casi matás a mi hermano» y Gustavo le pidió perdón".
La última mención llegó al Facebook de Daiana, hermana de Rocío: "Fue un hombre que yo conozco y que le dicen Gustavo M. (por el apellido materno) pero se llama E. Tiene una (moto) CG Titán a la que le cambia el color y llevaba a su mujer, Zaira M." aportó una amiga de Zaira que aceptó declarar como testigo porque esa noche su hermana también estaba en el boliche, de pie cerca del tirador. Por temor pidió que se mantenga su nombre en reserva hasta el juicio.
En casa
Con una orden de detención el martes pasado la policía fue a buscar al acusado a su casa de Barra al 3400 donde se encontraron cuatro cartuchos 9 milímetros con la punta teflonada (serán cotejados con los del boliche), uno calibre 38, otro 12.7, uno de fusil FAL calibre 19 y seis celulares.
Al sospechoso lo encontraron en Campbell al 3400 en la casa de su pareja y madre de su hijo, Zaira, quien fue acusada de encubrimiento. Es que la joven declaró que esa noche salieron con Gustavo a un boliche de Arijón y Ayacucho y a las 5 pasaron por la casa de una tía a buscar a su bebé. Pero según la tía al niño recién lo retiraron la tarde siguiente alrededor de las 14.